Tatuajes

 ¿Quién nunca ha visto un tatuaje y ha tenido la tentación de hacerse uno?

 ¿Estamos listos para modificar nuestro cuerpo de una forma prácticamente permanente?

Esas son algunas de las preguntas que nos hacemos normalmente cuando vemos a alguna persona tatuada. Es normal porque los seres humanos normalmente codiciamos lo que vemos. ¿Pero realmente seríamos capaces de hacerlo?

Algunos tal vez crean que esta es una moda relativamente moderna, pero en realidad esto es casi tan antiguo como nuestra civilización. Esta práctica se originó en el bloque eurasiático en el período neolítico, o sea cuando andábamos casi calatos y trabajando la piedra.

En la actualidad este tipo de modificación tiene prevalencia en América, Europa y Japón, es decir, en la cultura occidental. De más está mencionar a África, puesto que allá es más un rito que una decoración. En nuestro país, tan centralizado como siempre, este estilo de vida se da más en la capital, puesto que en cierto modo es más avant-garde. Pero aún así, para los puritanos (la mayoría de nuestros compatriotas lo son) es un tabú “profanar” nuestros cuerpos… ¿Ustedes qué creen?