jueves, 2 de septiembre de 2010

El Chico Tabú


Tengo un primo que es medio imbécil, para qué mentir.
No ha estudiado en malos colegios, tampoco, pero de todas maneras es medio imbécil. Y la familia lo sabe, solo que es algo que no se dice... en voz alta. Bien tabú la cosa.
Cuando ya estaba en quinto de secundaria, un domingo de esos en que se va a visitar a la familia y almuerzas y conversas y eres feliz hasta que empiezan a hablar de lo que hizo el abuelo esta semana y a dónde se escapó, le pregunté, entre otras cosas, qué quería hacer después del colegio. Había escuchado antes, no me acuerdo si me lo dijo él mismo o su hermana, que quería estudiar gastronomía. Paja, pensé. Y mejor que no tenga ganas de estudiar algo un poco más complicado (aunque gastronomía, francamente, no es ningún picnic), y tiene sentido que no tenga ganas de estudiar algo más complicado cuando no le gusta estudiar. Además ahora a los chefs no les va mal, ¿no? Y es relativamente más rápido que una carrera en la universidad.
Cuando me dijo esa vez que iba a estudiar Negocios o algo así tuve que clavar mis (casi inexistentes, gracias a Thorr) uñas para controlar me cara de shock. ¿Negocios? ¿En serio? Le pregunté qué había pasado con querer estudiar gastronomía y le dije, mas o menos, todo lo que mencioné antes (excepto la parte de 'mi primo es medio imbécil' porque no creo que necesite reforzamiento). Me dijo que su mamá le había dicho que tenía que estudiar en la universidad y que se vaya olvidando de la gastronomía. Pobre infeliz. No se lo dije, pero me pareció demasiado jalado de los pelos pretneder que este chico podía seguir una carrera universitaria sin jalar curso tras curso tras curso (tras curso).
 En noviembre de ese año fuimos a la casa de mi tía a celebrar que mi primo ingresó a la universidad. A estudiar Negocios. No se veía tan desanimado, así que a poner buena cara y nada más.
En julio le pregunté a su hermana qué tal le fue a mi primo en sus cursos y me dijo que bien, que por lo pronto había pasado tres de seis. En agosto de este año le preguntaron a mi tía si su horario de segundo ciclo salió igual que el primero o si tenía más clases en la tarde y nos dijo que sí tenía los cursos más variados. Días antes mi mamá estaba hablando con mi abuelita por teléfono y le preguntó cómo le fue a mi primo en sus cursos (no es porque nos intrigue, sino por el simple hecho de hacer conversación) y a mi abuela le dio un ataque de tos impresionante. Hace una semana, mas o menos, mi papá nos dijo, "Tengo una... no sé si mala o buena noticia, pero su primo ya no está en la universidad. Ahora está estudiando gastronomía."
¡Al fin se dejaron de payasadas! Pobre él, más bien, porque tuvo que soportar un ciclo de universidad y tratar de pasarlo bien y todo porque sus padres querían que estudie, como su hermana, algo de negocios.
 
 Y siempre es así cuando se trata de sus notas. Siempre es, "Sí, sí, le va bien." Es todo una alaraca cuando sale bien en los estudios y cuando le va mal y preguntas les da ataque de tos.
¿Es tan aberrante jalar un curso? ¿No ir a la Universidad?
 "Cualquiera puede cocinar" - Ratatouille
Estar en la universidad - Grupo Rio

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