miércoles, 22 de septiembre de 2010

Roedor con plata


Para un niño, tener 5 soles es como ser millonario. ¿Cuántos dulces se podría comprar? Entonces, vienen los padres y le dicen: “Cuando se te caiga un diente ponlo en una cajita de fósforos y déjalo atrás de la puerta y el Ratón Pérez te dejara unas cuantas monedas”. Hubo un tiempo que cuando sentía flojo el diente empezaba a moverlo a propósito con mi lengua para que se afloje más. ¡Quería la plata del bondadoso Ratón Pérez! 
Un día, al acercarme cuidadosamente descubrí que eran mis padres los que colocaban las monedas. ¿Y el ratón? Entonces, en vez de decepcionarme frente a la farsa de este roedor, no dije nada de mi descubrimiento y seguí aflojando mis dientes a propósito para que mis papás me den plata.

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