Pedro Pablo
Nakada Ludeña nació de José y María en El Agustino, dentro de la ciudad peruana
de Lima, el 28 de febrero de 1973. Mucho
después, en el año 2001, Pedro se establecería en Huaral, donde causaría el
pánico de los ciudadanos al acabar, según confesó el mismo, con unas 25
personas, todo para “limpiar el mundo de la escoria” y, de ese modo, obedecer a
Dios, que según él le ordenaba matar…
Sus víctimas, en su mayoría, fueron ladrones, prostitutas, homosexuales y drogadictos. Se hizo llamar "El Apóstol", y según su versión, actuó siempre guiado por “órdenes divinas”.*
Este sujeto es el mayor asesino en serie de la historia del país. En sus declaraciones, se puede sentir la sangre fría con la que actuaba, pues decía que estaba en este país para “limpiar’ la sociedad.
“Encontré a una señora sola, fumando (droga). Pasé por su lado y entre mí dije: “Esta señora por las puras vive’. Le disparé en la cabeza”, reza parte de su manifestación. “El Apóstol’ averiguaba la ubicación de fumaderos y prostíbulos. Acudía a dichos lugares y mataba a los “pecadores’.
Otra parte del documento policial da cuenta de lo siguiente: “Me constituí a la peluquería Guisella. Me había enterado de que el cosmetólogo que trabajaba allí era homosexual, tenía sida y se prostituía. Le pedí que me diera un servicio (sexual). Cuando se bajó el pantalón, le disparé tres veces en la nuca”. Así actuaba Nakada Ludeña, sin el menor remordimiento.
La Policía lo detuvo cuando planificaba un gran atentado. Pensaba lanzar una granada a una discoteca gay.
'El Apóstol' Nakada es el mayor asesino en serie del Perú.
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