La tradición de asistir al cementerio para rezar por las almas de quienes ya abandonaron este mundo, está acompañada de un profundo sentimiento de devoción, donde se tiene la convicción de que el ser querido que se marchó y pasará a una mejor vida, sin ningún tipo de dolencia, como sucede con los seres terrenales.
En México y en América Latina esta celebración se combinó con elementos indígenas y del sincretismo resultó una original celebración en el "Día de Muertos", distinta de las otras naciones católicas. Esta fiesta incluye por tradición un Altar de muertos que consiste en una serie de adornos florales acompañados de la comida favorita del difunto; además de fotografías y otros detalles.
En las zonas andinas de Sudamérica, especialmente en Ecuador, Perú y Bolivia, la costumbre es preparar e intercambiar entre guaguas de pan para consumir con la chicha morada que en algunas áreas rurales son también ofrendas principales en los cementerios.En provincias y afueras de Lima se suele celebrar el día con miles de cajas de cerveza, mientras decenas de bandas con arpa, quenas, pututos, trompetas y violines, recorren el camposanto. A la hora del almuerzo, las tumbas hacen de mesas y los visitantes extienden manteles, colocan cuyes chactados, chicharroncitos, choclos con queso serrano, pachamanca y comienzan a comer y beber. Siempre dándole un vaso al muertito, echando líquido a la tumba. Conversan con el finado.
Algunas viudas se emborrachan y se ponen a gritar en la tumba “¡mujeriego, fuiste infiel!” y se ponen a llorar, pero luego se reconcilian y acaban dándole besitos a la lápida del marido que ya no está.
Esta costumbre nunca la veremos en los cementerios tradicionales, como “El ángel” o “Los jardines de la paz”, donde visitar a los muertos resulta un ritual, para algunos muy solemne.
Sin duda las tradiciones de día de los fieles difuntos, son de las mejores tradiciones. En el colegio a mi hija le encargan dibujos de altares, y siempre nos gusta mucho realizarlos, es una gran labor.
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